In LSD Veritas -

Benvinguts al meu racó.


Todo está sujeto a interpretaciones, por lo tanto la realidad es subjetiva y las formas de pensar y vivir son caóticas y conflictivas. El pensamiento enmascara a menudo la verdad de los hechos. La realidad ya no puede ser objetiva. Todo pasa por el filtro del pensamiento y el individuo deja de observar los hechos tal como son.

sábado, 17 de junio de 2017

Democracia y dictadura.






El primer indicio para saber que vivimos en una dictadura es entender que dependemos de otro (llámese Estado o patrón) para poder subsistir, la imposibilidad de desarrollar un trabajo no asalariado y por lo tanto independiente nos priva en primer lugar de la libertad de elección o de conciencia y en segundo lugar la de desempeñar el trabajo del que vamos a vivir y por lo tanto de poder crear nuestros proyectos autónomos tanto a nivel individual como colectivo.


Los políticos son los primeros que tienen que justificar y legitimar el sistema de dominación engañando, en este sentido, su falta de escrúpulos por la democracia y la verdad ante sus votantes se transforma en unos gobernados autocomplacientes que ven a sus gobernantes haciendo un espectáculo desde la distancia, sin la posibilidad de intervenir ni de decidir absolutamente nada. La política es degrada a espectáculo y entretenimiento, es decir, reducida a mentira.
Una vez desactivados los gobernados, éstos quedan como meros observadores de acontecimientos que no pueden entiender bien al quedar en manos de especialistas que actúan en secreto y por lo tanto marginados de toda organización social. En este sentido, la función de la política es desactivar al gobernado mediante la propaganda y el entretenimiento de los medios de comunicación masivos en manos de la clase dirigente. La democracia es un quimera porque es esencilamente contradictoria en una sociedad jerárquica.

1 comentario:

Piedra dijo...

Juegos de palabras que usan para enmascarar la realidad. Como dices vivimos en una dictadura, pero basta con que digan que somos felices para que la masa se deprima pensando en porqué ellos no lo son y simulen serlo, para no desentonar con lo que les dicen que tienen que pensar o sentir.

Somos esclavos en primer lugar en nuestra mente y cuesta mucho entenderlo. Quizás en realidad solo se puede liberar uno psicológicamente y eso a la mayoría no les basta, después de que Jolibud les haya mostrado desde pequeños que cuando descubriesen la verdad, la maldad del mundo desaparecería, cantarían los pajaritos y todo se llenaría de flores y jóvenes vírgenes ávidas de sexo.

Salud!